Revuelta de Rupununi

Revuelta de Rupununi

Levantamiento contra el gobierno de Linden Forbes Burnham, en la República de Guyana, que se produjo en la región de Rupununi, recorrida por el río del mismo nombre; afluente del río Esequibo, al Sur de la Guayana Esequiba, el día 1 de enero de 1969, encabezada por rancheros armados y con el apoyo mayoritario de grupos amerindios. Este hecho estuvo muy vinculado a la posición asumida por el gobierno de Georgetown, de desconocer los derechos a la tierra de los amerindios y de los ganaderos de Rupununi, en virtud de que en las elecciones del 15 de abril de 1968, el Partido Nacional del Congreso, del nuevo primer ministro, salió derrotado en la región. En esa oportunidad el candidato del partido La Fuerza Unida, Peter d'Aguiar, quien había luchado por los derechos a las tierras de los amerindios, ganó las elecciones en el Distrito de Rupununi. Con anterioridad a la independencia de Guyana, la corona británica había colocado bajo su protección todos los territorios amerindios; a partir de 1966, el nuevo Estado debía velar y preservar igualmente a los indígenas y sus tierras. Según Valerie Hart, presidenta de la Asociación de Productores de Rupununi, la razón fundamental del levantamiento fue la de crear un Estado autónomo para liberarse de la dictadura imperante en Guyana, por culpa de la discriminación racial existente por parte del grupo étnico afro-guyanés. Esta situación se incrementó a raíz del ascenso al poder en 1968 de Burnham, quien asumió el cargo de primer ministro en medio de denuncias de fraude imputadas por su opositor, Cheddyjagan, del Partido Progresista Popular. Para finales de 1967 existía por lo tanto un clima de gran agitación entre los amerindios del Rupununi.
Producida la revuelta, los insurrectos ocuparon varios poblados de la zona Sur de la Guayana Esequiba, obstruyeron las pistas de aterrizaje de Good Hope, Karasabai, Karanembo y Annai, para cortar las comunicaciones con Georgetown. Los insurrectos tomaron las estaciones de policía y radio sin embargo, dejaron abierta la pista de hierba de Manari y una avioneta que intentó aterrizar, informó al gobierno de Burnham de la ocupación efectuada. El comisario del Distrito de Rupununi, Motilall Persaud y su esposa fueron hechos prisioneros, al igual que otras personas. Las Fuerzas de Defensa de Guyana, armadas con granadas y lanzallamas, fueron enviadas al área de Manari en dos aviones de Guyana Airways. La represión sacrificó personas, ganado y bienes. Los insurrectos se comunicaron desde una emisora con el Departamento de Estado Norteamericano, participando el grado de rebelión en que se encontraban y su petición de apoyo a la República de Venezuela. Presiones internacionales y nacionales se pusieron en juego para abortar cualquier participación venezolana en esta revuelta. Los dirigentes del levantamiento hicieron todo cuanto pudieron para recibir ayuda efectiva por parte de Venezuela. Hart, en comunicado público, hizo un llamado al gobierno venezolano, a su pueblo y a sus fuerzas armadas para que ayudaran a los habitantes de Rupununi en su lucha contra el gobierno de Guyana. Dada la proximidad geográfica de esta zona con Brasil, una parte de los insurrectos, incluyendo miembros de la familia Melville, pasaron a este país y otros a Venezuela. La jefe de la revuelta, Valerie Hart, decidió volar a Caracas para solicitar el apoyo del gobierno venezolano, acompañada de sus hijos y familiares, entre ellos el ministro de Educación de Hawai (EE.UU.), quien entonces se encontraba de vacaciones en su casa. Sus diligencias fueron infructuosas, pues el gobierno venezolano no intervino en el levantamiento. No obstante otorgó asilo, tierras y facilidades a quienes se acogieron a la protección venezolana, concediéndoles cédula de identidad como ciudadanos venezolanos por nacimiento, en virtud de ser originarios de un territorio en reclamación originado en el Laudo Arbitral de París de 1899, el cual Venezuela declaró «nulo e írrito». El gobierno venezolano trasladó a los refugiados del Rupununi a Ciudad Bolívar, y posteriormente los ubico en distintas regiones del país. Este incidente repercutió sobre Venezuela con la llegada de centenares de amerindios de las áreas del Norte de la Guayana Esequiba, especialmente cuando el Gobierno de Guyana decretó la creación de una zona de exclusión de amerindios a lo largo del borde occidental de ese territorio. Toda esta situación incrementó las tensiones en el estado Bolívar. Al mismo tiempo, Guyana, tanto por la prensa, como por vía diplomática, en los organismos internacionales, buscó crear un clima de hostilidad frente a Venezuela. Su gobierno envió a Caracas una fuerte nota de protesta, acusando a los venezolanos de adiestrar, armar y abastecer a los sublevados.
La nota guyanesa no fue recibida por el gobierno nacional y fue devuelta a su embajador en Venezuela, Eustace Braihwate, en vista de que se apartaba délas normas de cortesía que tradicionalmente rigen los intercambios entre Estados soberanos. La protesta de Guyana fue elevada al Secretario General de las Naciones Unidas, solicitándole que la hiciera conocer a todas las delegaciones integrantes del organismo mundial.

Autor: Manuel Alberto Donis Ríos

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