Moreno, José Ignacio
Moreno, José Ignacio
Caracas 3.1.1748 —
Caracas 19.9.1806
Sacerdote. Rector de la Universidad de Caracas, en la cual instituyó por primera vez una cátedra de lengua francesa. Hijo de Diego Moreno y de Petronila Istúriz y hermano mayor de Andrés Moreno, fundador del Club de Los Sin Camisa. Político vinculado a los círculos mantuanos caraqueños. Tanto él como su hermano Andrés Moreno poseían casas en Caracas, haciendas y esclavos. Cursó estudios en la Real y Pontificia Universidad de Caracas, en la cual se graduó de maestro en filosofía (1776), doctor en derecho canónico (1778) y doctor en teología (1779). Interesado por la. política, mientras cursaba aún sus estudios, en 1777, tenía copiados en un cuaderno que conservaba en su biblioteca 2 proclamas del Congreso de Filadelfia traducidas al castellano (de fechas 5.10.1774 y 8.6.1775); documentos iniciales del conflicto que enfrentó a los colonos ingleses de Norteamérica con su metrópoli y que culminaría con la declaración de la independencia de Estados Unidos. Durante más de 20 años regentó en la Universidad las cátedras de Latinidad, Filosofía y Teología. De 1776 a 1784 ejerció en Caracas las funciones de provisor del obispado mientras el obispo Mariano Martí llevaba a cabo su visita pastoral. En enero de 1787 fue elegido rector de la Universidad de Caracas para el bienio 1787-1789. Como tal, en diciembre de 1788 instituyó en ella una cátedra de Francés, la primera que hubo en la Universidad, cuyo titular fue Juan Cortez. Como hombre ilustrado, Moreno tenía en su domicilio, además de una nutrida biblioteca y un pequeño telescopio, una imprenta rudimentaria, de las llamadas «imprentas de camino» o portátiles, en las cuales sólo se podían hacer trabajos sencillos como tarjetas de visita y esquelas; hasta el presente los estudiosos de la historia de la imprenta no han localizado ningún impreso atribuible a la imprenta de Moreno. Este tuvo notable participación, a partir de 1786, en la vida pública de la época, como consejero del oidor de la Real Audiencia, Francisco Ignacio Cortines y del gobernador y capitán general Juan Guillelmi; pero tuvo desavenencias con el sucesor de este último, Pedro Carbonell, quien gobernó de 1792 a 1799. Moreno y sus amigos del mantuanaje querían excluir a los españoles del Cabildo Municipal o en todo caso reducir su influencia en él, y por este motivo el gobernador Carbonell informó a la Corona que aquél «fomentaba partidos» y redactaba escritos contra las autoridades de la capitanía general. Cuando, a mediados de 1797, fue descubierta en Caracas y La Guaira la conspiración de Gual y España, Moreno, al lado de la llamada «nobleza de Caracas» condenó al movimiento y declaró su adhesión al Rey; en esa coyuntura los mantuanos, aunque trataban de fortalecer su posición en el Cabildo (lo cual les enfrentaba a Carbonell), no apoyaban un movimiento de carácter popular revolucionario como el que promovían Gual, España y sus compañeros. El presbítero Moreno redactó entonces un memorial en el cual destacaba cuán peligroso era para la estabilidad política que «...los pardos y demás gente de bajo color...», aprendiesen el francés y tomasen en sus manos «...los libros y papeles impíos y tumultuarios que están escritos en esta lengua...», y concluía así: «Joseph Cordero y Narciso del Valle, jefes del partido de los pardos en la presente conspiración, no bebieron en otra fuente el proyecto extravagante de una República Popular». Años más tarde, cuando llegó a Venezuela la expedición de Francisco Javier Balmis, Moreno figuró en Caracas entre los vocales de la Junta Central de la Vacuna de la capitanía general, instalada el 28 de abril de 1804; junto con los médicos Felipe Tamariz y José Joaquín Hernández, participó en la comisión que debía planificar en Venezuela la campaña antivariólica. A mediados de 1806, cuando se presentó en las costas venezolanas la expedición encabezada por Francisco de Miranda, fue uno de los numerosos habitantes de Caracas que hicieron donativos a las autoridades para apertrechar las tropas que marcharon contra aquel.
Autor: Fundación Polar
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